En España se producen conductas racistas, xenófobas y neofascistas que son portadas de los medios de comunicación de forma habitual. Sus protagonistas son grupos organizados que atacan a colectivos vulnerables, como inmigrantes, negros, indigentes y homosexuales, y que, en momentos de crisis económica, buscan golpear y acabar con la democracia. Sin embargo, esta lacra social no ha sido un problema asumido a fondo por el Estado y, por ello, son necesarias voces como la de Esteban Ibarra, que, tras una incansable labor de denuncia y de recopilación de pruebas, nos ofrece una valiente crónica de los casos más impactantes de violencia y odio en nuestro país en los últimos años, que han dejado más de ochenta víctimas y un rastro de dolor e impotencia.