La ligereza con que en los años 80 se
despachó la progresiva incorporación
del diseño a la comunicación visual con
el sambenito: «¿estudias o diseñas?», se
ofrece de nuevo a la audiencia, veinte
años después y tras la incorporación
del ordenador a todas las mesas de
trabajo, estudio y entretenimiento de los
componentes de la audiencia global,
haciéndonos a todos un poco diseñadores
y recalifi cando la vieja difamación en
consigna transversal de futuro: «¡estudias
y diseñas!». Este libro es el resultado de
un triple desafío: contemplar el diseño
desde la perspectiva de la audiencia global,
reconocerlo ya como un integrante pasivo
de la cultura de la imagen y considerarlo
muy pronto como un elemento activo en la
construcción de la imagen de la cultura.